noviembre 3, 2024

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Listo para Comer Mercadona: Probamos los mejores platos

Listo para Comer Mercadona: Probamos los mejores platos

Mercadona ha invertido 170 millones de euros en reforzar su gama de plato cocinados ‘in situ’ con nuevas recetas de pescados o carnes.

En el comedor de mi casa, sobre la mesa, hay nueve novedosos platos del Listo para comer de Mercadona. Las circunstancias sanitarias hacen que nuestro experimento se haya trasladado al hogar. Así que compro y saboreo todas las nuevas recetas que el supermercado valenciano ha lanzado este mes de julio en su sección de comidas preparadas. Pescados, carnes, pollos… y otros platos, hechos al momento, y que tienen, los más elaborados, un precio de 6 euros el plato. Mercadona, sin duda, sigue apostando fuerte por su Listo para comer con una inversión de 170 millones de euros.

Para realizar esta particular cata culinaria, de nueve platos, me he gastado 44,25 euros en el Mercadona de San Sebastián de los Reyes, un municipio al norte de Madrid, ya que en mi súper más cercano, de momento, no ha reabierto la sección del Listo para comer. Y es que el gigante dirigido por Juan Roig está reabriendo paulatinamente el servicio, siempre que las condiciones sanitarias lo permitan. De momento, el consumidor ya puede saborear los platos preparados de 200 Mercadona en España. En octubre, si todo va bien, la entidad espera llegar a 500 para poder cerrar este 2020 con 650 supermercados con el servicio disponible.

Pero, ¿qué novedades trae Mercadona? Bien, el súper valenciano ha comenzado a vender varios platos “como menestra de verduras y pescados con guarnición; distintos tipos de bocadillos, como brioche vegetal, bocadillo de jamón y hamburguesa de Angus; o un nuevo mostrador de Hot Deli con un amplio surtido de asados, como pollo, costillas o patatas”, según explican fuentes del supermercado a EL ESPAÑOL.

En el Mercadona

Con esa idea me he quedado y acudo al Mercadona de San Sebastián de los Reyes con mi mascarilla puesta, me lavo las manos con el gel hidroalcohólico que hay disponible para los clientes y accedo al lugar. Una vez allí, observo las novedades. Tienen buen aspecto, pero el ojo puede engañarnos a primera vista. Cojo mi numerito y me atiende, con amabilidad, la empleada del Mercadona, perfectamente ataviada con su mascarilla, sus guantes y su traje para evitar que la comida se pueda contaminar.

—Buenos días, ¿qué desea?

—Por favor, póngame el plato de bacalao con patatas gratinadas (6 euros/unidad); uno de dorada con verduras (6 euros/unidad); otro de salmón con verduras (6 euros/unidad); otro de pollo Frango [una receta portuguesa a 4 euros medio pollo]; uno de costillas (también a 6 euros/unidad); y un plato de menestra (3,25 euros/unidad); una hamburguesa de Angus…

—No, aquí sólo te doy los platos que acabas de mencionar. Las hamburguesas y bocatas están en aquella vitrina de allí. Si quiere, vaya cogiéndolo mientras preparo su pedido.

Y, efectivamente, me acerco a unas vitrinas, con el cristal transparente y pulcro, y me doy cuenta de que hay de dos tipos: una caliente para conservar el calor de los alimentos y otra, a modo de nevera, para los fríos. Me dispongo a coger la hamburguesa de Angus —recién hecha— a 6 euros, un bocadillo serranito, también caliente y que cuesta 4 euros, y un brioche vegetal, que estaba en el frigorífico y cuyo precio es de 3 euros. Después, pago mis 44,25 euros en caja y miro el reloj. Sólo he tardado 20 minutos desde que entré hasta que salí con mi comida lista para comer.

‘Listo para comer’

Una vez en casa, despliego los nueve platos nuevos de Mercadona. Hay hambre y decidimos calentar unos segundos en el microondas algunos de ellos, ya que se han enfriado algo durante el traslado. Y comienza la cata. Mi padre, cocinero de profesión, dice, sorprendido: “La verdad es que están muy buenos y se nota que usan productos frescos. Le puede hacer perfectamente el apaño a alguien que no sepa cocinar”.

“El salmón con el sofrito de verduras se ve que es muy sano, ya que está algo soso y es bajo en grasas. Pese a ello, lo noto muy seco”, opina. Mi valoración es similar pero, al preguntar a Ángel Nogueira, nutricionista licenciado en la universidad madrileña CEU San Pablo, cómo debe ser la elaboración de los platos cocinados en un supermercado, no duda y explica:

—A mí me parece bien que las personas consuman platos cocinados en los supermercados siempre y cuando estén elaborados sin tanta sal y aceite, porque, muchas veces, lo que hacen es sazonar de más para que estén sabrosos. Por ejemplo, hay veces que el filete o el pescado a la plancha se hacen con tanto aceite que se convierten en fritos.

—Pero, Ángel, ¿una persona que base su alimentación en comidas listas para comer de los supermercados puede carecer ciertos nutrientes?

—A ver, en realidad todo tiene que ver con la elección de los productos. Por ejemplo, si una persona sólo se alimenta con macarrones caseros, hechos por sí misma, tiene carencias nutritivas. Aquí, pasaría lo mismo. La persona que base su alimentación en comidas hechas en supermercados, como Mercadona, debe elegir cada día cosas distintas. Yo siempre recomiendo verduras, de primero, con poco aliño. Aceite,vinagre y sal. Hay que evitar la salsas y, de segundo, pescado o carne a la plancha. Y variando. Por eso, me parece genial la nueva moda de los Listos para comer, pero creo que los supermercados deben hacer una Guía de cómo comer para que el cliente elija cada día cosas distintas y su dieta esté equilibrada.

La cata

A nuestro parecer, los nuevos pescados hechos en el Mercadona —salmón, dorada y bacalao— estaban bajos en sal, por lo que, según la opinión del nutricionista se amoldan a un “buen cocinado”. Y es que hay que tener en cuenta que el supermercado valenciano, al igual que sus competidores, ha de vender sus platos Listos para comer a todos los públicos. Por ello, es positivo cocinarlos bajos en sales y aceites, por los hipertensos, entre otros. Pero claro, si para usted está soso, siempre puede coger el salero de su casa y terminar de aderezar el plato a su gusto.

La guarnición de los tres pescados nos sorprendieron gratamente, sobre todo, la del bacalao. Eran patatas gratinadas al horno con mousse de queso. Muy agradable al paladar. A los pescados, la verdad, se les podían poner pocos peros por su precio. Con el pollo y las costillas, sin embargo, la cosa era distinta.

Tanto el pollo asado Frango —una receta típica de Portugal—, como las costillas estaban más secos, pese a su buen sabor. “El pollo es una receta totalmente innovadora”, explica mi padre cocinero. Estas dos nuevas comidas que se comercian en “el nuevo mostrador de Hot Deli” que, simplemente, es la parte de Listo para comer dedicada al surtido de asados. Pero, ¿por qué Mercadona ha empezado también a introducir recetas portuguesas?

El supermercado de Juan Roig, nacido en la costa este de la Península Ibérica, ya la ha atravesado y ha llegado a la costa oeste. Está perfectamente establecido en Portugal y, de hecho, también ha abierto varios Listos para comer en el vecino país. Concretamente, actualmente hay 13 Pronto a comer, tal y como se llama ese servicio en los Mercadona en tierras lusas.

La hamburguesa, la estrella

Mercadona no sólo ha traído nuevos platos elaborados a su Listo para comer, también ha lanzado hamburguesas y bocadillos, que perfectamente se pueden llevar para un día de pícnic, de playa o de piscina. Los hay calientes y fríos y los nuevos, probados por este diario, son la hamburguesa de Angus, el bocadillo serranito y el brioche vegetal. La hamburguesa se convierte en la estrella de la cata.

La carne de Angus, en su punto, está jugosa y tiene un sabor poderoso. Viene con bacon y una salsa hecha a base de cebolla. No tiene nada que envidiarle a las mejores hamburgueserías. De hecho, el nutricionista Ángel resalta, riéndose, que “si no sabes cocinar, las comidas de los Listos para comer son una buena alternativa y mucho más saludable. Mejor que una hamburguesa de McDonald’s”.

El bocadillo serranito, hecho con pan de chapata, jamón serrano, lomo y pimiento también conquistó los paladares de los comensales y es perfectamente válido para comer un día en el que el consumidor tenga prisa o no esté en casa, por ejemplo. El brioche vegetal, una opción fría, también estaba rica, pero claro, entres otros nueve platos pasó algo más desapercibido.

170 millones y sostenibilidad

Mercadona, en definitiva, con toda esta gama de nuevos productos se reafirma en la apuesta fuerte que ha hecho por los Listo para Comer. De hecho, según fuentes consultadas por este periódico, el gigante valenciano va muy en serio con este servicio. El supermercado “destinará más de 170 millones en 2020, lo que le permitirá cerrar el año con este servicio operativo en un total de 650 tiendas de España y Portugal, y con una plantilla de más de 4.000 trabajadores con formación específica en Listo para Comer”, explican las citadas fuentes.

Y una parte de la inversión que hará la entidad de Juan Roig está destinada al cambio de envases con los que Mercadona comerciará sus platos elaborados in situ. “Estas nuevas referencias son servidas en envases sostenibles elaborados con caña de azúcar o de cartón”, asegura el supermercado. Y así es. Pese a ello, este periódico ha podido comprobar que, aunque el envase es de ese material, la tapa, de momento, sigue siendo de plástico.

En todo caso, con 44,25 euros, EL ESPAÑOL ha adquirido nueve ricos platos hechos por Mercadona con productos frescos y se ha puesto la botas. La única pega que se les puede poner es que algunos, como se ha apuntado, están algo más secos de lo deseable pero, en general, son sabrosos y sanos, según José Antonio, mi padre cocinero y Ángel Nogueira, especialista en nutrición. Ahora, estaremos expectantes a los nuevos lanzamientos del Mercadona. Veremos.